Yazmín Tartabini obtuvo una beca de verano, que consiste en una pasantía de un mes de duración para realizar un trabajo de investigación en alguno de los laboratorios del Centro Atómico Bariloche.
“Para la Escuela de Ingeniería y Ciencias Ambientales es un orgullo que una de nuestras estudiantes, de la carrera Bioingeniería, haya accedido a esta beca en el Instituto Balseiro. Se trata de una de las más prestigiosas entidades académicas argentinas de nivel universitario, que funciona en las instalaciones del Centro Atómico Bariloche, por convenio entre la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Desde hace 67 años tiene una trayectoria de excelencia, en la formación de profesionales en física e ingeniería”, indicó el Ing. Alberto Ledesma, Director de la EICA.
Yazmín viajó el mes pasado a Bariloche y ya se encuentra estudiando en el Balseiro, dado que el inicio de actividades fue el pasado 30 de enero y finaliza el 24 de febrero.
El año pasado se postularon más de 200 estudiantes de todo el país y del extranjero a las becas de verano del Instituto Balseiro. Quedaron seleccionados 20 estudiantes. El objetivo de la beca es participar de un proyecto de investigación a elección (dentro de los propuestos) en los laboratorios del Centro Atómico Bariloche (CAB).
“El proyecto que elegí se encuentra en el laboratorio de Bioenergía y se llama ´Producción biológica de hidrogeles de grafeno para aplicaciones de electrodos en sistemas bioelectroquímicos´, indicó Yazmín Tartabini.
“Estoy aprendiendo muchísimo y lo que más feliz me pone es que casi todo lo que escucho y veo en el proyecto de investigación del que participo, lo vi en las materias dictadas en la UNViMe. Estoy experimentando la teoría, conociendo y aprendiendo a usar equipos. Me llevo muchas buenas prácticas de laboratorio para utilizar en el desarrollo de mi proyecto final en la UNViMe”, expresó contenta, en diálogo con Prensa Institucional.
Agregó que “la beca te da apoyo económico para que la realices y eso es muy importante, muchos somos del interior y sin el pago de los pasajes ida y vuelta, el alojamiento y la comida no podríamos haber aprovechado esta experiencia”.
Durante cuatro semanas los estudiantes asisten a sus respectivos laboratorios para realizar tareas prácticas asignadas por el tutor. Las actividades culminan el viernes 24 de febrero con la presentación de un póster y un informe. A su regreso, Yazmín nos contará más detalles de esta fructífera experiencia en términos personales y académicos.