El destacado filósofo recibió la máxima distinción universitaria en razón de sus relevantes méritos académicos. La rectora Esther Sanchez subrayó “el honor y el privilegio” como comunidad de contar con un miembro de la talla del ensayista argentino.
La Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) inició formalmente su año académico dándole la bienvenida a miles de estudiantes y reconociendo a una personalidad destacada de la escena intelectual nacional y regional: el filósofo Santiago Kovadloff.
Por sus aportes al campo de la filosofía y la literatura argentina y latinoamericana el pensador recibió, a sus 81 años, el título de Doctor Honoris Causa, la distinción de más alta jerarquía que otorga la Universidad y que lo convierte en miembro de esta comunidad.
Su análisis crítico, sus producciones literarias y sus reflexiones respecto de situaciones sociales, políticas y culturales, lo ubican como un intelectual influyente de su época.
El pedido de reconocimiento fue motivado por las Facultades de Ciencias Agrarias, Ciencias Económicas y Derecho, y aprobado unánimemente el Consejo Superior de la Universidad (ver ordenanza con los considerandos para la petición).
En la mesa académica, acompañaron al galardonado la rectora Esther Sanchez y el vicerrector Gabriel Fidel, la decana María Flavia Filippini (FCA) y los decanos Miguel González Gaviola (FCE) y Fernando Pérez Lasala (FD). Participaron también autoridades universitarias, decanos/as, vicedecanos/os, y consejeros superiores y directivos, miembros de los cuerpos legislativos de la provincia, invitados especiales, familiares y amigos.
En el comienzo de la ceremonia actuó el Cuarteto de Cuerdas del Vivero Musical y se entonaron las estrofas del Himno Nacional y de la UNCUYO. Seguido, se anunció que el acto fue declarado de Interés por la Honorable Cámara de Senadores, resolución que entregó el legislador Alejandro Diumenjo.
A continuación, Osvaldo Robby, director de la Maestría en Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible (MRS) —espacio que tuvo a Kovadloff como expositor— reseñó las razones que motivaron la distinción. Para dar cuenta de la trayectoria y figura del filósofo, el magíster se inspiró en alguno de sus libros, transformando la presentación en una “intima reunión de amigos”, tal como lo definió.
La comunidad suma un nuevo miembro
“Es bastante difícil hablar sobre alguien de la talla de Santiago, sobre todo cuando es un amigo”, afirmó la Rectora al iniciar su discurso, luego de entregarle al escritor el título honorífico, con mención especial al mérito académico-científico, y la resolución de designación.
En ese contexto, Sanchez se explayó sobre lo que significa para la Universidad conceder este Doctorado, el cual fue propuesto por tres unidades académicas —con los que el filósofo tiene un fuerte vínculo—, con la convicción de su merecimiento y avalado por unanimidad en el Superior.
“De ahora en más usted es miembro de esta comunidad. Y nosotros tenemos el honor y el privilegio de que usted sea integrante de esta comunidad”, afirmó con firmeza y emoción la Rectora.
También dijo que los textos interpelan y son un “zamarreo” en la cotidianeidad. “Que nos digan que la Argentina es una sociedad donde la experiencia no logra transformarse en enseñanza, es duro. Que nos digan que la decadencia no implica una vuelta al pasado, implica una condena al presente, también nos zamarrea”, ejemplificó.
Un presente al que Sanchez describió como difícil, sobre todo, para el sistema universitario nacional y para la educación: “Esa educación que estamos empeñados en defender no sólo es un bien social, es un derecho, y es esencial para garantizar los derechos de todos, los derechos humanos”.
“La lucha tiene que ser más comprometida, porque son derechos para lograr vivir mejor. Esto es lo que permite la educación. Por eso luchamos, luchamos por un pueblo formado, luchamos por un pueblo educado, por una educación pública, no arancelada, de calidad”, aseguró, en sintonía con la convocatoria a marchar el próximo martes 23 en reclamo por la educación pública.
Otra frase del ensayista que trajo a la mesa la Rectora habla de que la esperanza se funda en la convicción de que la adversidad, por más que hoy pretenda paralizarnos y nos dañe, no tiene ni tendrá la última palabra. “Eso es lo que tenemos nosotros, la esperanza de lograr que esta lucha consiga su objetivo, y no nos van a paralizar en el camino, al contrario, nos va a incentivar que sigamos en esa lucha. Así que gracias por eso también, porque en eso estamos Santiago”, concluyó.
El distinguido
“Primeramente, expresar mi gratitud por la profunda hospitalidad que ustedes me brindan —deslizó Kovadloff—. La generosidad con la que ustedes han procedido hacia mí no es motivo de agradecimiento formal. No hay gratitud si es formal, hay cortesía”.
“Yo estoy lleno de gratitud hacia ustedes porque me han permitido reconocerme como alguien que forma parte de un cuerpo colectivo, y no un individuo aislado”, subrayó.
“Por eso y ante todo —continuó— mi gratitud a la señora rectora, que me ha recibido aquí siempre con el coraje de quien está dispuesta a aventurarse por caminos inusuales. Así me han recibido todos ustedes”.
Acto seguido el flamante Doctor expuso de manera magistral sobre la fe literaria. Toda su exposición, y el acto completo puede revivirse en este link.