INVESTIGADOR DEL CONICET SAN LUIS LIDERA DESARROLLO DE TECNOLOGÍAS PARA MEJORAR LA VIDA DE COMUNIDADES RURALES DE ARGENTINA

Guillermo Catuogno y equipo han transformado la vida de comunidades rurales de San Luis, la Patagonia y Chaco a través de la instalación de sistemas renovables que brindan soluciones vinculadas con el agua, la energía, la salud, la educación y la producción.

Casos exitosos de transferencia tecnológica

Muchas comunidades se han visto beneficiadas gracias a la labor de LabTA. Por ejemplo, la escuela rural María Florentino Carreño, en la Provincia de San Luis, se localiza en un territorio de difícil acceso y el cruce de arroyos imposibilita la circulación de vehículos urbanos. No poseía servicio eléctrico y solo contaba con grupo generador que funcionaba algunas horas por día, pero ahora, gracias a la labor de LabTA y mediante la instalación de un sistema eólico-solar, dispone de servicio de electricidad e internet las 24 hs del día

Para Johana Muñoz, docente de la escuela rural María Florentino Carreño, el trabajo de LabTA “fue algo que nos cambió al 100 por ciento porque ahora tenemos energía eléctrica todo el tiempo, entonces para nosotros fue algo fundamental y por eso estamos agradecidos para siempre”.

En conjunto con el INTA Esquel y la ONG 500RPM, el laboratorio que lidera Catuogno hizo posible la instalación de sistemas de electrificación eólicos solares para bombeo de agua, un sistema de gestión eficiente del agua con riego por goteo en huertas frutihortícolas de 5000 plantines cada una que beneficiaron a comunidades rurales de la Patagonia y generan ingresos muy superiores a los de la producción de lana de oveja que es la principal actividad de esos productores.

Y en El Impenetrable, en la Provincia del Chaco, LabTA está ejecutando para el período 2023-2025 con la ONG Monte Adentro la instalación de sistemas fotovoltaicos aislados para alimentar servicios comunitarios y domésticos a 36 familias de 7 diferentes parajes. Esos sistemas alimentan 15 bombas de agua comunitarias en diferentes parajes y 3 cisternas de agua de 52.000 litros las cuales proporcionan un acceso seguro a agua potable para el consumo de las familias y el riego de huertas comunitarias y cría de animales.

“El mayor reconocimiento y la mayor satisfacción que sentimos como investigadores es cuando vemos que por nuestro trabajo una familia prende la luz o abre una canilla y sale agua, la verdad que eso no tiene precio. Si todo lo que hacemos lo hacemos con el corazón y pensando en el otro, vamos a tener un mejor país”, concluye Catuogno.

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