Campus es en gran medida una vuelta a la idea original de la plataforma. Este desarrollo tiene como objetivo brindar un espacio relacionado con la vida universitaria y conectar a los alumnos.
Primero fue el World of Warcraft Classic, ahora le ha llegado el turno a Facebook Campus.
La comparación parece algo tirada de los pelos, pero aunque los servicios son totalmente diferentes ambos están animados por un espíritu de vuelta a las raices, y la posibilidad de aprovechar una nueva oportunidad de negocios.
Campus es un espacio diseñado para que los estudiantes interactuen unos con otros , se unan a grupos, organicen eventos, accedan a salas de chat y noticias relacionadas específicamente con dicho ámbito.
Básicamente lo que el Facebook original tenía como objetivo antes de ampliarse hasta convertirse en una red social gigantesca que parece querer abarcarlo todo.
Datos y más datos
Los estudiantes deben suministrar unos datos básicos para ingresar a Campus. Pueden agregar información sobre sus clases, títulos, pueblo o ciudad de origen, dormitorio, etcétera. Cuantos más datos suministren mejores serán los resultados a la hora de buscar personas que compartan intereses.
Por supuesto, para Facebook esta recopilación permite un mejor desempeño de las secciones de publicidad.
Perfiles únicos
Los perfiles de Campus son diferentes e independientes del perfil del Facebook estandar. Los desarrolladores creen que muchos usuarios prefieren mantener ambos espacios separados. Solo los bloqueos de cuenta son compartidos. Alguien que no puede acceder a tu FB estandar no puede hacerlo a Campus.
Cuando un estudiante se gradúe no será eliminado del servicio, pero Facebook le enviará un mail sugiriendo que se retire porque puede ya no ser de su interés.
Campus está a prueba en unas 30 universidades de loe Estados Unidos, incluidas algunas de las más prestiogiosas. Sin embargo no existe una conexión interuniversitaria, cada espacio es un mundo aislado. Lo que tiene mucho sentido, porque con un par de pasos más de conexión estamos pisando los talones de Facebook