En medio del conflicto abierto con las organizaciones piqueteras, que en los últimos días subieron el tomo de su reclamo y prevén una nueva manifestación para mañana, el ministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta confirmó que el cupo para los planes Potenciar “está cerrado” y reiteró que las universidades nacionales se encargarán de controlar esos planes, que manejan los movimientos sociales afines al Gobierno y la izquierda trotskista.
“Las universidades publicas van a comenzar a certificar, evaluar, controlar y auditar el Plan Potenciar Trabajo (…) en cada provincia de la Argentina vamos a trabajar en el control. A cada beneficiario la universidad le va a preguntar en qué unidad de gestión trabaja, cómo trabaja, de qué forma, si se cumple con las cuatro horas, la posibilidad de que tengan terminalidad educativa, que puedan estudiar y se puedan capacitar”, dijo el ministro en la puerta de su ministerio, luego de una reunión conjunta con el jefe de Gabinete, Juan Manzur.
El renovado control de los planes Potenciar-unos 200.000 ya modificaron su unidad de gestión por cuestiones de mudanza o por denuncias de irregularidades-coincidió con las duras críticas de la vicepresidenta Cristina Kirchner, que acusó a agrupaciones como el Movimiento Evita de “tercerizar” los planes sociales. Los ataques provocaron distintas reacciones: la del Evita, que encabezan Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro, fue la de cerrar filas y a la vez acelerar la conformación de un partido político que juegue en la interna del Frente de Todos.
En diálogo con LA NACION, el ministro de Educación, Jaime Perczyk, explicó que el rol de las universidades será “relevar y certificar” la administración de los planes Potenciar. Afirmó que las universidades públicas más grandes, como la UBA, que tiene el 30 por ciento del sistema, la UTN y la Universidad de La Plata, ya dieron su aval al trabajo conjunto. “En cada una de ellas se armarán unidades ejecutoras para esta tarea”, afirmó, y destacó que “se comenzará por las regiones dónde se detectaron más inconvenientes”, con eje en la provincia de Buenos Aires, y en el menor tiempo posible.
Salario básico, en debate
En su diálogo con la prensa luego de su reunión con el jefe de gabinete, Zabaleta también dijo que “vale la pena sentarse y escuchar” las propuestas de salario básico universal, aunque detalló que “después se analice” la disponibilidad de fondos para aplicarlo.
“Me he sentado más con dirigentes piqueteros que con mi propia familia”, bromeó Zabaleta, y reiteró que en las últimas semanas “se fortalecieron los sistemas alimentarios” como la tarjeta Alimentar y el sistema alimentario escolar.
“El diálogo no se rompió nunca, cada vez que piden una reunión se las hemos dado”, reiteró el ministro, quien afirmó que no hay previsto un encuentro antes de la nueva manifestación prevista para este miércoles.
“Tomamos la decisión en febrero de no dar más altas vinculadas al plan Potenciar Trabajo y convertir esto en proyectos productivos”, dijo Zabaleta a modo de explicación sobre el rebrote de las marchas y manifestaciones piqueteras. Y agregó que “lo que se busca es cuidar al beneficiario, preguntarle si se siente cómodo, hoy son libres de elegir para mejorar su condición laboral”, dijo Zabaleta, en otra indirecta hacia los movimientos sociales que manejan esos planes.
“Seguimos abiertos al diálogo como siempre. Estuvimos acordando y acercando posiciones, haciendo el esfuerzo desde el Estado para que la ayuda esté presente”, dijo Manzur.
En respuesta directa al Gobierno, dirigentes de la CTA autónoma, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Juan Grabois, y el Frente Darío Santillán brindaron una conferencia de cara a la denominada Jornada Nacional de Lucha que se llevará a cabo este miércoles en todo el país, y al que se sumará el Polo Obrero y otras organizaciones de izquierda, que se concentrarán en el Obelisco.