Músicos guitarristas de todas las edades compiten entre ellos hasta este 12 de agosto, en la Escuela de Música de la ULP. La gran final será el sábado 20 de agosto.El concurso, organizado por la Secretaría de Extensión de la Universidad de La Punta, busca conocer a los talentos puntanos, potenciar su arte y premiarlo.
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Hasta este viernes un centenar de guitarristas pasarán por la Escuela de Música de la ULP para demostrar su talento en 5 minutos y así competir con otros por el premio final del certamen “Alfonso y Zavala”. El concurso, organizado por la Secretaría de Extensión de la Universidad de La Punta, busca conocer a los talentos puntanos, potenciar su arte y premiarlo.
“El jurado está compuesto por los prestigiosos artistas Martín Giménez, Jonathan Reinoso y Lucas Apendino. Ellos evalúan el repertorio, las obras que traen los músicos, la puesta en escena, la técnica, la interpretación y la musicalidad de las obras”, comentó el jefe del Programa Arte y Comunidad, Mauro Franzen.
Aquellas personas que no estén inscriptas y quieran participar pueden acercarse con su guitarra, a partir de las 18:00 y hasta el 12 de agosto, a Pringles 1157.
El certamen se divide en las categorías “Guitarra Eléctrica” y “Guitarra Criolla”, los ganadores de cada una se llevarán instrumentos de primera calidad, lo que para muchos de ellos es un sueño.
El jurado notificará a los preseleccionados el sábado 13 y la ULP publicará en sus redes la lista con los nombres. El 20 de agosto será la semifinal y final en Comuna, un espacio de arte colectivo en la ciudad de San Luis.
Composiciones e historias
Fernando Gabriel Guzmán y Matías Vacchini compitieron el miércoles en la primera instancia. El primero presentó un tema compuesto por él y dedicado a su maestro quien falleció por COVID. “Es un tema muy sentido, sentí que él me lo dictaba”, contó emocionado. Agregó que si gana le regalará la guitarra a su compañero de grupo.
Por otro lado Vacchini, quién compitió en criolla y electrica, aseguró que se tenía mucha fe en eléctrica. “Empecé a tocar a los 9 años de casualidad y de ahí nunca paré. Conocer a otros músicos y ver el amor por la guitarra en la provincia me llena de orgullo”.