La universidad pública más grande del país busca concientizar sobre el impacto de los recortes en el funcionamiento y juntar firmas para que el gobierno reponga los recursos.
Con una inflación del 276% desde octubre de 2022, el gobierno nacional no actualizó el presupuesto y la situación es dramática.
«Acá se graduó el arquitecto que construyó tu casa. Acá se graduó la odontóloga que te sacó ese dolor que nadie más entendía», dice el video que la UBA subió a todas las redes sociales. La pieza incluye a todas las facultades que conforman la universidad.
En los documentos que subieron desde la Universidad de Buenos Aires hay una comparación de cuánto dinero invierte el Estado para financiar a los estudiantes. La Universidad Autónoma de México invierte 7.968 dólares por alumno, la Universidad de San Pablo 15 mil dólares por año, mientras que el estado argentino aporta 1.123 dólares.
El principal problema es que el presupuesto que reciben las universidades para su funcionamiento fue aprobado a fines de 2022. Para 2024 se aplica el mismo presupuesto, explicó.
La UBA tiene carreras como Medicina, Biología, Química o Bioquímica, que deben realizar gastos para insumos de laboratorio, cuyos precios se dispararon por la devaluación del dólar oficial. Con los mismos recursos y una inflación del 237%, esos insumos son imposibles de comprar.
Desde la universidad expresaron que el presupuesto sin actualizar implica «menos clases, menos calidad académica, menos edificios, menos becas, menos servicios» en los centros de salud, «menos investigación científica, menos seguridad en las facultades» y «menos posicionamiento en rankings internacionales».