Durante un encuentro en el Aula Magna, la Universidad Nacional de los Comechingones entregó becas a estudiantes, quienes firmaron un acta de compromiso para acompañar su trayectoria académica. La rectora Agustina Rodríguez Saá y la vicerrectora Mariela Gabriel destacaron el esfuerzo institucional frente al recorte presupuestario nacional y llamaron a sostener los valores de lo público y lo colectivo.
Este martes, la Universidad Nacional de los Comechingones (UNLC) fue escenario de un acto significativo: la entrega de becas estudiantiles en un contexto adverso, marcado por la falta de financiamiento nacional. La actividad se desarrolló en el Aula Magna del Edificio Académico, con la presencia de autoridades, estudiantes y equipos técnicos.
Las y los estudiantes beneficiarios recibieron las becas y firmaron un acta de compromiso, que formaliza el acompañamiento mutuo entre la universidad y quienes avanzan en sus trayectorias académicas.
La rectora Agustina Rodríguez Saá y la vicerrectora Mariela Gabriel encabezaron el acto y compartieron reflexiones clave sobre el presente y el futuro de la educación superior pública.
“La universidad sabe que hay distintas situaciones que viven los estudiantes, que a veces son problemáticas. Creemos que el Estado debe acompañar de alguna forma”, expresó la vicerrectora Mariela Gabriel, quien explicó que desde 2023 la UNLC no recibe fondos nacionales para otorgar becas estudiantiles. “Entonces lo que ha hecho la universidad es encarar distintas estrategias para recaudar fondos, como la concesión del buffet o la incorporación de cursos pagos en la Escuela de Educación Profesional”, detalló. Gracias a estas medidas, se conformó un fondo propio destinado a acompañar las trayectorias estudiantiles.
Gabriel subrayó que las becas alcanzan a ingresantes, estudiantes que están a mitad de carrera y quienes necesitan apoyo para finalizar sus estudios. “Es una inversión que la universidad hace en la capacitación de sus estudiantes, porque queremos que puedan terminar sus carreras”, concluyó.
Por su parte, la rectora Agustina Rodríguez Saá hizo hincapié en el valor de lo colectivo frente a los desafíos del presente: “Me preocupa el cambio de época que estamos viviendo. Nos formamos en la democracia, y hoy vemos menos participación, más individualismo. Por eso, esta beca es también una semilla de compromiso, de pertenencia a la comunidad”.
Rodríguez Saá también se refirió a la sostenibilidad de la universidad en un contexto de ajuste: “Hemos tenido que reordenar recursos, hacer recortes, rediseñar espacios, pero lo hacemos con la convicción de que cada esfuerzo vale para que ustedes puedan estudiar, avanzar y dedicarse a lo que elijan. Lo hacemos con orgullo, no con culpa”.
En ese sentido, destacó que la beca no es solo un apoyo económico, sino una herramienta para la construcción de ciudadanía: “Lo público es un valor, y la educación pública es una causa. Queremos que puedan aprovechar esta etapa, estudiar mucho, y luego aportar al bien común desde la profesión que elijan”.
Durante la reunión, se brindó información práctica sobre las modalidades de contraprestación, el acompañamiento institucional y los canales de comunicación para resolver dudas durante el proceso.
La UNLC ratificó así su compromiso con una educación inclusiva y de calidad, sosteniendo, con recursos propios, el derecho a estudiar y proyectar un futuro mejor.